En la localidad de Fontana, el Dep. Real recibió al D.E.F. La victoria fue para los que ejercían la localia por 2 a 1. En este año que comienza, ambos volvieron a casa con tarea para el hogar.
Durante los 45 minutos iniciales las imprecisiones fueron las protagonistas y ni uno de los dos equipos creó alguna situación verdaderamente peligrosa para los arqueros. Quizás se podrían destacar dos jugadas por parte del D.E.F: a los 35’, Javier Insaurralde ejecutó un centro que terminó siendo un tiro al arco y a los 38’ de contra por la banda derecha el "Ema" Álvarez tiraría el centro que encontraría la cabeza de Pablo Leiva y, con ella, una mala terminación de una gran jugada. Así, llegó el entretiempo y el marcador señalaba igualdad en cero.
Ya en el segundo tiempo, los equipos mostraron querer cambiarle la imagen al partido. Primero fue el “depo” que tuvo dos contras que, de no haber sido posiciones fuera de juego, seguramente hubiesen sido un riesgo para los santos los cuales desperdiciaban las llegadas que tenían. Sin dudas las emociones llegarían en los 25’ finales. A los 20’, el palo derecho del arco que le daba la espalda a la Municipalidad de Fontana le decía que no a 9 del Real, Diego Ascona. Acto seguido, Andrés "sapito" Ojeda abriría el marcador con un remate cruzado, tras una jugada que es obrada en la izquierda por Emanuel Alvarez. La felicidad duraría poco ya que a los 24’ Marcos Azcona igualaría el tanteador en uno, tras un mano a mano con el arquero y una defensa mal parada. A partir de allí, el DEF comenzó a perder las ideas y, en especial, en el mediocampo que parecía no poder reacomodarse tras el golpe. Provecho de esto sacó nuevamente el local que, a los 30 encontró nuevamente en los pies de Marcos Azcona que cruzaría un derechazo a la izquierda del arquero visitante sin poder hacer este nada.
Más allá de que el resultado final sería 2 a 1 para el Deportivo Real, hay que aclarar que ambos equipo tuvieron chances de convertir durante los 10 finales pero, sin lugar a dudas, la cuenta regresiva del reloj tuvo su importancia para que las oportunidades no se concreten.
